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¿Trabajamos como perros? Sus prácticas de Wellness como base para el nuestro

por Milly Cabán

Nos hemos empezado a plantear diferentes aspectos de nuestra vida laboral haciendo paralelismos con la vida de nuestros caninos. En esta ocasión profundizaremos en el tema de “wellness” y en cómo, si nos detenemos a mirarles, tendremos en ellas, nuestras mascotas, pequeñas (o grandes) DOGtoras que día a día nos ofrecen su receta para vivir bien.

Esta mañana al levantarme, me crucé con ellas; a veces dormimos en el mismo cuarto y a veces en cuartos separados pero cercanos, últimamente prefieren pasar más tiempo con el sofá de la sala que conmigo, pero bueno… ese es tema para otro día.

Al llegar hoy en la mañana a donde ellas estaban, ambas- Kai y Suri Anne estaban en su proceso de abandonar el sofá, una estaba aún estirando su cuerpecito (no tan “cito”, es una lab mix) y la otra, ya estaba en el piso sacudiéndose a toda velocidad. Ambas prácticas, son saludables para nosotros(as), ambas las suelo llevar a cabo, cuando me acuerdo y me producen sensación de bienestar.

Entre los beneficios reportados en diferentes estudios, y los que a menudo me recuerdan mis quiroprácticos (tengo un batallón de ellos) y mi maestra de yoga están: estirar me ayuda a aumentar mi flexibilidad, mejorar la postura y reducir el estrés, así como el dolor en zonas específicas reduciendo la tensión muscular. Mientras que sacudirse, activa el sistema nervioso parasimpático y le envía señales a nuestro cerebro para calmarse, relajarse y “soltar”. Sacudirse también activa el sistema linfático de nuestro cuerpo, lo cual ayuda a deshacernos de toxinas.

Otra cosa que ellas hacen en el día a día y que hacen mi día uno mejor- además de lo medicinal que es tener su compañía, por ejemplo cuando trabajo desde casa- es tomar el sol a ciertas horas. Ya ha sido validado que el sol es una fuente de energía y un precursor para que aumenten nuestros niveles de Vitamina D, la cual es esencial para muchas funciones incluidas las de nuestro sistema inmunólogico, y también tiene un efecto en nuestro estado anímico.

Si las observas lo suficientes, también notarás cómo aprovechan ciertos instantes para correr y ejercitar sus cuerpos, tomar agua y para parar y, descansar.

¿Cuánto de nuestro día dedicamos a escuchar nuestro cuerpo y darle lo que necesita y nos está pidiendo? Una vez escuché que cuando tenemos sed, ya es tarde, ya hay deshidratación. Tomar agua es esencial a través del día y de hecho, según el momento en el día en que la tomemos, tiene un efecto diferente en nuestro cuerpo y sus funciones. Necesitamos agua para nuestro sistema digestivo, para nuestras articulaciones, para regular nuestra temperatura corporal, tomar agua nos ayuda a controlar las calorías, tiene un efecto positivo en la salud y la apariencia de nuestra piel, entre muchísimos otros beneficios.

Aprendamos de nuestras mascotas, la felicidad y el bienestar descansan más en nosotras mismas que en factores externos. En nuestro día a día necesitamos incluir -sin fallar- diferentes actividades relacionadas con nuestro auto-cuidado: dormir, pausar, mover el cuerpo, tomar agua, tener conexiones significativas, tener tiempos de ocio o de juego, conectar con la naturaleza…; esta lista no tiene límites, la puedes ampliar con lo que para ti implique bienestar: dormir, ver una serie, ir al cine, escuchar música, alimentarte saludablemente, caminar en la playa o el campo, leer, aprender algo nuevo, hablar con una amiga, salir a bailar…¡Las posibilidades son infinitas!

Una vez leí que si estás ocupada, pauses, al menos 60 minutos al día y si estás demasiado ocupada, pausa más.

Todas estas pequeñas prácticas, insertadas en nuestras rutinas diarias, impactarán positivamente nuestra salud y nos traerán una mayor sensación de bienestar.

Para poder ser el líder o el/la compañero(a) de trabajo(a) que aspiramos a tener, primero necesitamos nutrir un cuerpo y una mente saludables, alertas, y en paz.