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El coach como aliado para la retención del mejor talento

por Alfredo Carrasquillo

5 de mayo de 2022

Ya es un lugar común afirmar que los empleados le renuncian a sus jefes. Lo que es todavía un poco sorprendente es la frecuencia actual de dichas renuncias. Apenas logramos atisbar las profundas y diversas razones que han dado paso a lo que algunos han denominado “la gran renuncia”: una especie de tendencia global muy marcada del talento humano a abandonar sus puestos de trabajo. Lo que sí vamos constatando es que unos estilos de liderazgo, más que otros, detonan con mayor frecuencia las decisiones de los empleados de buscar nuevos proyectos profesionales.

De ahí que las organizaciones más capaces estén tomándose muy en serio este desafío e identificando los cambios que hacen falta para cuidar su capital humano y evitar la costosa rotación de empleados. Indudablemente, las mejoras salariales y la ampliación de los beneficios que se ofrecen a los trabajadores constituyen la principal estrategia de retención. Sin embargo, todos los estudios van mostrándonos que es una estrategia importante, pero insuficiente. Los empleados desean igualmente encontrar más y mejores oportunidades de desarrollo y líderes que los apoyen en ese crecimiento profesional.

En consecuencia, las prácticas efectivas de un liderazgo comprometido con el desarrollo del talento a cargo son otra pieza clave para asegurar su retención. ¿Y qué supone liderar de manera efectiva en este nuevo y complejo escenario? Exige comprender que los directivos necesitan adecuar sus modos de liderar a los nuevos perfiles y características de empleados que esperan mayor espacio y autonomía para desempeñarse; empleados que se sienten motivados y comprometidos, cuando sus líderes y el propósito organizacional son fuentes de inspiración.

Estas exigencias chocan con muchos de los estilos de liderazgo que se han desplegado en nuestras organizaciones por décadas: liderazgos autoritarios, enfocados en los números y no en la gente –con dificultades para delegar y promover el desarrollo y la colaboración– y mucho más orientados a la intimidación que a la inspiración. Frente al peligro de seguir perdiendo a sus mejores empleados, las organizaciones han ampliado los esfuerzos de capacitación y desarrollo de sus líderes, para asegurar que logran renovar sus estilos de liderazgo y responder así a los signos de los tiempos.

El coaching de liderazgo ejecutivo se ha convertido en una de las estrategias más ágiles y efectivas para impulsar esa transformación en los modos de liderar y para crear culturas organizacionales más orientadas al apoderamiento y desarrollo de su gente. El trabajo con un coach le provee a cada líder un espacio para interrogar sus prácticas de liderazgo y articular nuevas estrategias para la dirección efectiva de equipos y personas.